lunes, 8 de octubre de 2018

RESEÑA: Soy una bañera. Hiroyuki Arai. Blackie Little

¡HOLA A TODOS Y A TODAS! ¡FELIZ LUNES!

Ya estamos de nuevo por aquí y como lunes que es, hoy volvemos con #juegaunlibro. La semana pasada fue caótica para nosotros y no pudimos participar, pero hoy volvemos con muchas ganas y mucha fuerza. Os traemos un libro muy divertido y que hará que los más pequeños de la casa disfruten de una de las rutinas más básicas: la ducha. 



FICHA TÉCNICA: 


  • Título: Soy una bañera
  • Autor/a: Hiroyuki Arai
  • Páginas: 10
  • Editorial: Blackie Little 
  • ISBN: 978-84-17059-39-2
Soy una bañera es uno de los tres libros que componen una pequeña colección para acercar a los más pequeños a ciertas rutinas junto a Soy un armario y Soy una nevera. 

Con el baño pasa una cosa: hay peques que lo aman y otros que lo detestan. Yo de pequeña me podía pasar largos ratos jugando en la bañera, pero también he conocido el caso opuesto. Hay niños/as que les parece un auténtico fastidio. 



En este libro en concreto, nuestros peques entrarán al cuarto de baño para sumergirse en una bonita bañera con la que aprenderán las cosas más básicas y útiles que podemos usar en la rutina de baño. Jabón, champú, espuma... todas estas palabras se irán sucediendo para hacer que el protagonista vaya ganando vocabulario básico y autonomía progresiva.

Es muy importante que dejemos a los peques de la casa participar en la medida de sus posibilidades en estas tareas, colaborando con nosotros y dándoles el espacio que merecen. Realmente hay muchas cosa que pueden hacer y a veces por la prisa que llevamos en el día a día, es más sencillo hacerlo nosotros como adultos y no dejar a los peques actuar. ¡Y pueden! 



La estética del libro es fantástica. A nosotros nos han maravillado sus páginas de cartón. Pero de cartón de verdad. Es muy muy muy resistente. ¡Y las ilustraciones son una maravilla! Tienen una estética muy kawaii, algo que consideramos normal y que viene de Japón. Todos los elementos de la ducha tienen unos ojitos y bocas muy simpáticas, y los tonos de las ilustraciones no pueden ser más ideales. El texto es muy básico y se limita a ir indicando las acciones que vamos a hacer y lo que vamos a utilizar. ¿Sencillo verdad? De este modo los más pequeños de la casa pueden ir conociendo los elementos más básicos de la rutina del baño e ir asociando acciones e incluso participar en ellas. 

El mensaje que da es claro: BAÑARSE ES DIVERTIDO. No tiene mucho más. No encontraremos una enseñanza profunda. Algo normal si tenemos en cuenta que es un libro que podemos usar mucho desde los dos añitos para animar a nuestros peques a colaborar. 

Lo que más nos ha gustado: 
  • Las ilustraciones con estética Kawaii
  • Los colores
  • El vocabulario.

¿Cómo podemos trabajarlo? 

Jugando con muñecos/as. Mientras los niños y niñas juegan con muñecos aprenden sobre sí mismos y todo aquello que le rodea, adquieren conocimiento, estimulan la imaginación y la creatividad, el cuidado, o el amor entre otros. 

¿Y qué podemos hacer? Pues contar el cuento a la vez que bañamos a nuestro pequeño amigo/a. Cogemos nuestro gel, nuestro champú, los juguetes y la toalla y nos vamos directos al baño. 



A partir de los dos añitos puede ser una actividad muy enriquecedora y tenemos que tener en cuenta que este tipo de juegos simulados tienen gran importancia en su desarrollo cognitivo.

Durante este juego y actividad los niños estarán aprendiendo una secuencia: primero llenamos la bañera, nos enjabonamos, jugamos, etc.). También es un excelente juego sensorial, ya que podemos jugar con el frío/caliente del agua, la textura del gel y del champú, o los juguetes que metemos dentro de la bañera. 



Nuestra opinión sobre el libro 

A nosotros nos ha gustado mucho. Creemos que sobre todo nos permite jugar y disfrutar de una actividad tan cotidiana como es la ducha o el baño. Como hemos comentado anteriormente están las dos caras de la moneda: los que lo aman y los que no lo soportan. Puede ser un libro muy chulo para motivar a los más pequeños a cogerle el gusto a esta rutina y hacerlos partícipes. ¡Y jugar con nuestros muñecos mientras trabajamos la historia puede ser genial! 

Nos despedimos hasta dentro de muy poquito, y os mandamos muchos, muchos, muchos...