¡HOLA A TODOS Y A TODAS! ¡FELIZ LUNES!
Hoy volvemos de nuevo con #juegaunlibro. ¡A nosotros esta iniciativa nos encanta! Creemos que es una manera genial de fomentar la literatura infantil a la vez que aprendemos a través del juego. ¿Queréis saber de qué libro os hablamos hoy?
FICHA TÉCNICA:
- Título: Cuando papá me enseñó el universo
- Autor/a: Ulf Stark
- Ilustrador/a: Eva Eriksson
- Traducción: Carmen Montes Cano
- Páginas: 32
- Editorial: Galimatazo
- ISBN: 978-84-948874-1-3
Sinopsis:
Esta noche papá va a mostrarle a su hijo algo realmente especial: el universo. Por supuesto, antes de lanzarse a la aventura ultiman los preparativos, de modo que se abrigan bien y disponen sus provisiones. Tras un largo paseo llegan al lugar perfecto para contemplar el cielo nocturno, pero ¿saldrá todo tal y como papá había imaginado?
Cuando era pequeña tenía obsesión con el universo. Me encantaba mirar las estrellas y cada vez que llegaba a casa el catálogo de juguetes en Navidad a mi me encantaba mirar la página donde venían los telescopios y planetarios. Así que cuando este libró llegó a mis manos no pude evitar leerlo con ganas y entusiasmo.
Una noche papá llega y le dice a su hijo que le va a enseñar el universo porque ya era lo suficientemente mayor como para descubrir cosas asombrosas. Y en ese momento salen de casa, atravesando la ciudad y pasando por delante del supermercado, la ferretería o la pescadería. La jornada laboral está a punto de acabar. La noche cae y las luces se encienden. Entonces llegan al prado, y allí, en el majestuoso silencio y tranquilidad que las estrellas guardan. Ulf descubre el universo. Para él, el universo eran pequeñas cosas como un caracol arrastrándose, una brizna de hierba mecida por el viento, o un cardo creciendo. ¡Pero papá le dice que es un bobo! ¡Debe mirar hacia arriba! Y allí, mirando la bóveda celeste descubrirá lo maravilloso que es guardar momentos en la mente con su papá, a pesar de no ver y entender, todo lo que él sabe.
El libro es una delicia. Las ilustraciones tienen un tamaño fantástico. Colocadas sobre un fondo blanco, los lápices de colores vibran con más fuerza. Son ilustraciones llenas de cariño, dulzura y tranquilidad, que muestran esa relación tan especial y mágica que hay entre padre e hijo.
Nos permite trabajar la ciudad y todo lo que en ella podemos encontrar como es el caso de las tiendas. También nos invita a alejarnos de la luz de las farolas, irnos al campo y contemplar el universo bajo la noche.
Es un libro ideal para esos niños que empiezan a soltarse con la lectura y que buscan algo cortito y sencillo de leer. No tiene un texto excesivo y las ilustraciones invitan a seguir leyendo, ya que además ocupan la mayor parte de la página.
A mi este libro personalmente me ha gustado mucho. Nuestros padres siempre tratan de mostrarnos las maravillas que tenemos a nuestro alrededor. Buscan que nuestra infancia sea lo más bonita y emocionante posible, y que el día de mañana nos acordemos de todo lo aprendido. Yo ahora, cuando llega verano, siempre me acuerdo de las noches de agosto, tumbados en hamaca en nuestra parcela mirando el cielo buscando estrellas fugaces. Supongo que esa es la magia y la importancia de este libro: la creación de unos recuerdos que sean difíciles de borrar.
Nosotros hemos estado jugando con nuestra fantástica mesa de luz. Hemos creado nuestras constelaciones y recreado otras que sí existen. Han quedado muy chulas y nos hemos divertido mucho.
Una noche papá llega y le dice a su hijo que le va a enseñar el universo porque ya era lo suficientemente mayor como para descubrir cosas asombrosas. Y en ese momento salen de casa, atravesando la ciudad y pasando por delante del supermercado, la ferretería o la pescadería. La jornada laboral está a punto de acabar. La noche cae y las luces se encienden. Entonces llegan al prado, y allí, en el majestuoso silencio y tranquilidad que las estrellas guardan. Ulf descubre el universo. Para él, el universo eran pequeñas cosas como un caracol arrastrándose, una brizna de hierba mecida por el viento, o un cardo creciendo. ¡Pero papá le dice que es un bobo! ¡Debe mirar hacia arriba! Y allí, mirando la bóveda celeste descubrirá lo maravilloso que es guardar momentos en la mente con su papá, a pesar de no ver y entender, todo lo que él sabe.
El libro es una delicia. Las ilustraciones tienen un tamaño fantástico. Colocadas sobre un fondo blanco, los lápices de colores vibran con más fuerza. Son ilustraciones llenas de cariño, dulzura y tranquilidad, que muestran esa relación tan especial y mágica que hay entre padre e hijo.
Nos permite trabajar la ciudad y todo lo que en ella podemos encontrar como es el caso de las tiendas. También nos invita a alejarnos de la luz de las farolas, irnos al campo y contemplar el universo bajo la noche.
Es un libro ideal para esos niños que empiezan a soltarse con la lectura y que buscan algo cortito y sencillo de leer. No tiene un texto excesivo y las ilustraciones invitan a seguir leyendo, ya que además ocupan la mayor parte de la página.
A mi este libro personalmente me ha gustado mucho. Nuestros padres siempre tratan de mostrarnos las maravillas que tenemos a nuestro alrededor. Buscan que nuestra infancia sea lo más bonita y emocionante posible, y que el día de mañana nos acordemos de todo lo aprendido. Yo ahora, cuando llega verano, siempre me acuerdo de las noches de agosto, tumbados en hamaca en nuestra parcela mirando el cielo buscando estrellas fugaces. Supongo que esa es la magia y la importancia de este libro: la creación de unos recuerdos que sean difíciles de borrar.
¿Qué propongo para #juegaunlibro?
Nosotros hemos estado jugando con nuestra fantástica mesa de luz. Hemos creado nuestras constelaciones y recreado otras que sí existen. Han quedado muy chulas y nos hemos divertido mucho.
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| La osa mayor |
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| Nuestro invento: el camello |
Nuestra opinión sobre el libro
A nosotros nos ha encantado. Es FANTÁSTICO. Lo recomendamos muchísimo, sobre todo si tenéis peques que están comenzando a soltarse en el tema lectura.
Esperamos que os haya gustado tantísimo como a nosotros. Nos despedimos hasta dentro de muy poquito, y os mandamos muchos, muchos, muchos...
Esperamos que os haya gustado tantísimo como a nosotros. Nos despedimos hasta dentro de muy poquito, y os mandamos muchos, muchos, muchos...
